
Un niño de 6 años ve que su padre está nervioso y hablando para sí mismo.
El niño se acerca y le pregunta: “Qué te pasa?”.
A lo que el padre responde: “Nada, que soy tonto”.
Entonces el niño va y le dice:
“Papá, no digas que eres tonto, porque si lo dices, la gente creerá que eres tonto, y yo no quiero que la gente piense eso, porque no lo eres”.
Ese niño es mi hijo, y dudo que con 6 años sepa lo que es la Profecía Autocumplida o el Efecto Pigmalión. Pero nos dio un gran ejemplo, así que le di las gracias y le hice saber que acababa de darnos una valiosa lección.
No sé si os habéis parado alguna vez a observar vuestro diálogo interno y el tipo de afirmaciones que utilizáis constantemente con vosotros mismos.
Pero quiero que seáis conscientes del enorme poder que tienen esas afirmaciones en vuestro comportamiento, y por ende, en los resultados.
Si tu diálogo interno es: “soy torpe”, “yo no sirvo para esto”, “yo no tengo fuerza de voluntad”,… siento decirlo, pero vais a tener razón.
Hay una famosa frase de Henry Ford que dice: “Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto”.
Es importante que prestes atención al origen de esas afirmaciones, porque en demasiadas ocasiones esos mensajes los hemos adquirido fuera y los hemos hecho propios.
Por ejemplo…
Si a una niña de 11 años, su profesora le dice delante de toda la clase, que no sirve para nada más que para correr, os imagináis el tipo de diálogo interno que va a tener esa niña si interioriza ese mensaje?
Los mensajes que vamos recibiendo a lo largo de la vida, influyen en nuestro diálogo interno y nos acompañarán siempre si no nos detenemos a observar y atenderlo.
Así que, observad qué tipo de mensajes estáis recibiendo de los demás, y sed amables con vosotros mismos, solo los haréis vuestros si vosotros lo permitís.
Y de la misma manera, prestad atención a qué tipo de frases repetís a vuestros hijos o a las personas que tenéis a vuestro lado, sed amables con ellos.
Hay diferentes maneras de enseñar y no concibo ninguna que no tenga como fin ayudar a los demás a creer en sí mismos.
Yo sé que vales, que puedes con ello y que te lo mereces, no lo olvides tú.
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